Capítulo 445
Capítulo 445
Laia observaba desde un lado la interacción tan natural entre Oscar y Ariana, él incluso le abrió la botella antes de pasársela, y ella la recibió para beber leche. En el refrigerador de su oficina siempre habla varias botellas de leche fresca para ella, ¿cuántas veces tendría que abrirle la botella para que tuvieran esa compenetración? A pesar de estar los tres en la misma habitación, ella se sentia totalmente fuera de lugar.
Con una sonrisa amarga en el rostro, Laia pensó que ni siquiera por cortesía le había preguntado si quería beber algo, solo había sacado una botella para Ariana. Mirando a Óscar, parecia que ni siquiera él se daba cuenta de lo mucho que mimaba a Ariana. Ccontent © exclusive by Nô/vel(D)ra/ma.Org.
Ésta, al ser regañada por Oscar, se encogió como una tortuga, agachando la cabeza y tomando silenciosamente la leche, tratando de hacerse lo más pequeña posible.
Cuando Oscar notó que Laia todavía estaba en la oficina, le pasó la leche a Ariana y luego se giró para preguntar, “¿Necesitas algo más?” Lala forzó una sonrisa, intentando mantener la dignidad y gracia, mirando al hombre frente a ella, cuyo pelo estaba algo desordenado por el sudor, mostrando un aspecto más natural comparado con su usual meticulosa presentación. Ese comportamiento educado pero distante hacía que ella sintiera que nunca había visto al verdadero Óscar.
“Ya es casi hora del almuerzo, ¿quieres salir a comer algo?” propuso Laia.
Óscar, mientras se desabrochaba los botones de su chaqueta, rechazó su propuesta sin dudarlo. “Hoy realmente no tengo tiempo, será para otra
ocasión.”
“Bien, entonces nos comunicamos por teléfono, me voy.” Dado que él había sido tan directo, a Lala no le quedó más remedio que irse. Miró profundamente a Ariana, quien seguía sentada en el sofá, bebiendo leche con la cabeza baja, antes de darse la vuelta y salir.
Ella sabia que Óscar no la veia de esa manera. Su conversación inicial solo fue para apaciguar a sus padres que presionaban por el matrimonio. Pero ella también podia ver lo especial que Óscar sentía por su hermana“. El instinto de una mujer hacia una rival en el amor era muy agudo. Solo que ahora se arrepentía un poco, preguntándose si las cosas habrian sido diferentes si no hubieran fingido estar enamorados. ¿Cómo no enamorarse de un hombre tan impresionante?
Después de que ella se marchara, Óscar se quitó la chaqueta en la oficina, luego procedió a desabotonarse la camisa… Ariana levantó la cabeza sin esperarlo, quedándose atónita ante tal escena. El hombre, solo llevaba puesta una camisa blanca con los botones sueltos, revelando un torso tonificado y bronceado, la dejó sin palabras…
smanos.
“Ah… tu… Óscar que te quitaste la camisa?” Ariana volvió en sí, asustada y cubriendose los ojos con ambas r Óscar, confundido por su grito, respondió con naturalidad mientras se dirigía a la sala de descanso de la oficina. “Voy a ducharme, ¿cómo si no me quito la ropa?”
Una vez que éste entró a la sala de descanso, Ariana bajo las manos, su rostro estaba rojo y todavía tenia la imagen del torso de Óscar en su mente. “No imaginaba que Óscar tuviera tan buen cuerpo.” Murmuró para si misma. Luego sacudió la cabeza y se dio una palmada en la cara, preguntándose cómo podía estar pensando eso, y tomó un sorbo de leche fría para calmarse.
Óscar, cubierto en sudor y con la ropa empapada, afortunadamente tenía ropa de cambio en la sala de descanso de la oficina, ya que a veces se quedaba a dormir alli cuando estaba muy ocupado.
Después de ducharse y ponerse ropa limpia, salió y vio a Ariana todavia sentada en el sofá, abrazando la botella de leche, como si recién se sintiera aliviada. Al verlo secándose el pelo mojado, aunque ya vestido apropiadamente, no pudo evitar sonrojarse. Él, observando sus mejillas rojas, la preguntó: “¿Tienes calor? ¿Quieres que baje más el aire acondicionado?” Y realmente se dirigió hacia el control del aire.