Capítulo 80
Capítulo 80
Capítulo 80
En ese momento, Anastasia recibió una llamada de su padre.
–Hola, papá.
– Anastasia, tu nueva casa está lista. Enviaré a alguien en dos días para que te ayude a mover tus cosas. Será tu nuevo hogar , así que necesitarás asegurarte de que estén cómodos en él.
–Muy bien. Comenzaré a empacar todo y estaremos listos en dos días.
– Anastasia, lo siento mucho por lo que sucedió con Alejandro la última vez. Eso no hubiera pasado si hub iese tenido más cuidado.
i
– Está bien, papá. Ya pasó, así que no te lo tomes a pecho – consoló Anastasia a Franco. Ella no culpaba a su padre en lo absoluto.
WUM
–Entiendo. Deberíamos cenar juntos cuando terminen de mudarse.
A
AY!
nem a
rse.All content © N/.ôvel/Dr/ama.Org.
UNA
– Claro! Pondré a Alejandro al teléfono para que hablen, papá – dijo Anastasia para pasarle el dispositivo a su hijo, mientras ella se iba a empacar su ropa.
e
A la mañana siguiente, todos en la oficina se encontraban emocionados porque era el día de paga. La c ompañía Burgués era una de las empresas que daban la oportunidad de carreras prometedoras a sus empleados, así com o salarios atractivos. Mejor aún, desde que fue adquirida por el Grupo Palomares, todos habían recibido un incremento a su salario, lo que hacía que la compañía fuese más competitiva.
La mayoría de los empleados recibieron la notificación a las 8 de la mañana de que su sueldo había sido depositado, incluyendo Anastasia, quien escuchó la alerta de su teléfono. S u mensaje indicaba que había recibido su paga y un bono extra, combinados juntaban 68,000. A pesar d e que Jonás intentó aprovecharse de ella, Anastasia estaba feliz de que él había pagado todo lo que le d ebía, sobre todo considerando la comisión a la que era acreedora. Después de todo, su salario base era un poco más de 10,000 sin comisión.
En ese momento, sintió lástima por sí misma al recordar la recompensa de 1,800 que perdió antes, aun que no mucho después, recibió otro mensaje que lo cambiaría todo. Cuando lo abrió y leyó, descubrió q ue su balance de cuenta bancaria tenía unos 100,000 adicionales,
Un momento. ¿Acabo de recibir 100,000 por parte de la compañía? ¿Hubo algún error con el Departam ento de Finanzas?»,
Anastasia quedó perpleja, preguntándose de dónde había salido ese dinero, puesto que su comisión ya estaba incluida en el depósito de su paga. Decidió que confirmaría con finanzas. No queria adelantarse
y emocionarse, solo para terminar con que hubo algún error en los depósitos, Llamó al departamento, d onde fue transferida con la directora.
– Hola, directora Espinosa. Quería preguntar sobre mi paga porque recibi unos 100,000 extra, Hubo algun error con la transferencia?
– Sabía que preguntarias, señorita Torres. En realidad, la primera transacción fue tu salario mensual. La tr ansacción subsecuente se realizó por órdenes del presidente Palomares, pero yo
tampoco tengo los detalles. Tal vez quieras preguntarle a él.
«¿Por qué me dio tanto dinero?».
dinero?».
Anastasia se quedó en blanco. No se le ocurría por qué le daría 100,000. Colgó el teléfono y llamó a la oficina del presidente, en donde le respondió la voz magnética, aunque cansada, del hombre.
– ¿Hola?
—¿Por qué me dio 100,000?
–Le prometí a Alejandro que te daría un aumento. Aquí está –explicó.
Anastasia estaba incrédula. No creyó que Elías le fuese a aumentar su paga con 100,000 extras. Si bien
exorbitante cantidad del hombre. Como temía que esa cantidad tan grande tuviese algún motivo oculto, d
– Le transferiré el dinero de regreso a su cuenta. No necesito el aumento porque estoy satisfecha con mi s
– Bueno, lo puedes considerar como pago por las cenas. Estaré yendo muy seguido a tu casa a cenar a pa de ahora.
– Qué!? ¿Quiere venir a mi casa a cenar? ¿Está bromeando? Nunca accedí a que viniera cuantas veces q comentó Anastasia, anonadada.
– Te estoy pagando 100,000. ¿Eso no es suficiente para que cocines mi porción también? — Elías no parecía entender el rechazo de Anastasia.
––No se trata del dinero. En primer lugar, no quiero cocinar para usted –gruño.
— Haz lo que quieras. De todas formas, iré a cenar con ustedes, sin importar si aceptas mi dinero o no, por ser un aprovechado.
Elias terminó de hablar y colgó la llamada. Anastasia se había quedado sin palabras y se preguntó qué e
«Mi comida es tan buena como para que no pueda dejar de pensar en ella? iNo hay manera de que sea