Capítulo 1203
Capítulo 1203
En ese momento, Fabio salió de la Mansión Huerta y, al ver a Oriol preparándose para irse en el auto, dijo: “Solo lo diré una vez.
Esa simple frase hizo que Oriol se detuviera en seco y abriera la puerta del auto.
Con una voz baja y serena, Fabio dijo: “Fui yo quien se equivocó“.
Oriol miró a Fabio, y Fernanda, pensando que este sería un tierno momento de reconciliación entre hermanos, escuchó a Oriol soltar de repente cuatro palabras: “Equivocate con tu madre“.
Dicho esto, Oriol subió al auto y, pisando el acelerador, se marcho.
Fernanda, sorprendida por lo sucedido, miró a Fabio y preguntó: “¿Esto… cuenta como una reconciliación?”
“No lo sé, que haga lo que quiera“.
De todos modos, ya lo había dicho.
Fabio tomó la mano de Fernanda y dijo: “Volvamos“.
Fernanda siguió a Fabio de regreso a la sala y Cristal estaba limpiando la cara de Roberto, quien permanecía en silencio.
Cristal frunció el ceño y dijo: “¿No te duele? ¿No eras muy valiente peleando?”
Roberto bajó la cabeza.
Mientras Cristal le aplicaba medicina a Roberto, le dijo a Fernanda, que acababa de entrar: “Fernanda, necesito hablar contigo en privado“:
Marisol frunció el ceño y preguntó: “¿Hay algo que no podamos saber?”
“Hay cosas que puedo decir y otras que no. Lo que voy a decir ahora, es algo entre Fernanda y yo“.
Al ver la seriedad en el rostro de Cristal, Fernanda dijo: “Está bien, hablemos arriba“.
Cristal dejó la medicina a un lado y le dijo a Roberto: “Quédate aquí sentado esperándome a que baje“.
Roberto miró a Cristal con ternura en sus ojos, asintió y dijo: “Está bien“.
Cristal y Fernanda subieron las escaleras.
Una vez que llegaron a la habitación de huéspedes, Cristal finalmente dijo: “Fernanda, somos iguales“.
Al oír esto, Fernanda frunció el ceño y preguntó: “¿Qué quieres decir?”
“¿Recuerdas la primera vez que te vi? Ya te había dicho esto“.
Fernanda recordó que la primera vez que Cristal la vio, efectivamente había dicho esas palabras. En ese momento, había sentido curiosidad, pero no había pensado mucho en ello.
Después de todo, la idea de renacer ya era bastante increíble.
“¿Quieres decir que tú también…?”
Cristal interrumpió: “Lo que quiero decir es que, en realidad, la persona que trabajaba para esa persona detrás de todo no era Roberto, era yo“.
“Si solo querías decirme eso, no había necesidad de llamarme aparte. Yo ya lo sabía“.
Roberto siempre había tratado a Cristal como alguien más importante que su propia vida, y era imposible que con el esfuerzo de Cristal sola se pudieran formar tantos talentos en Calderón Producciones.
Cristal continuó: “Si ya lo sabías, ¿por qué no me preguntaste quién era esa persona detrás de todo?”
“Si tú no lo decías por iniciativa propia, preguntártelo no serviría de nada“. Fernanda miró a Cristal y dijo: “Señorita Cristal, ¿ahora estás dispuesta a contarme todo lo que sabes?”
“Lo que sabe Roberto es lo mismo que sé yo, pero lo que yo sé, es un poco más que él“.
Cristal miró a Fernanda y dijo: “Aunque pensé que solo era un sueño, de hecho he vivido de nuevo“.
Al escuchar esto, el corazón de Fernanda comenzó a latir con fuerza. RêAd lat𝙚St chapters at Novel(D)ra/ma.Org Only
Parecía que en este extraño mundo, finalmente había encontrado a alguien más como ella.
“¿Estás diciendo que tú también…?”
“Sí, he vuelto a vivir una vez más“. Cristal miró a Fernanda, y dijo: “Me enviaron al campo cuando era pequeña, donde viví días amargos. Luego, cuando me trajeron de vuelta a casa, fue solo porque la familia Calderón estaba sin descendencia y decidió recuperarme. Mi tía, la que quedó vidda, queria apoderarse de la fortuna de la familia Calderón, y en mi vida anterior me engañó, llevándome a mi madre y a mí a una muerte tragica. Después de renacer, utilicé el conocimiento de mi vida pasada para cambiar mi destino. Creo… debemos ser similares, porque según recuerdo, la señorit